viernes, 29 de abril de 2022

Sobre las esencias florales

"Las esencias florales son preparados líquidos que llevan escrito en su estructura, un mensaje propio de cada flor. De esta manera su acción consiste, en parte, en trasladar este mensaje a la conciencia de la persona ampliando su horizonte afectivo y disminuyendo el desconocimiento de su sombra. De este modo, las esencias aumentan el nivel de autoconciencia del sujeto, develando información olvidada o reprimida y haciendo emerger potencialidades dormidas. El proceso mediante el cual esto ocurre es bastante difícil de describir, pero se ajusta en mucho a los postulados de la teoría de los campos morfogenéticos.

Desde el punto de vista dinámico, para explicar este proceso hay que partir del pensar toda prescripción floral como una interpretación en acto. Una aproximación a lo que esto significa es que el terapeuta, al “leer” simbólicamente el sentido de los síntomas de un paciente y devolverle esta “interpretación”, en términos de una fórmula floral, está esperando que al ingerir las esencias éstas provoquen en la conciencia del paciente el develamiento de aquello que lo llevó a esa formulación. Algo así como que la fórmula floral sustituye a la palabra del terapeuta y obra en la conciencia del paciente enriqueciéndola y, al mismo tiempo, le brinda la posibilidad de acceder a una información que estaba presente por ausencia en el síntoma.
Claro está que esto implica considerar a cada esencia como poseedora de un valor significante, como si fueran palabras que producen una eficaz acción simbólica de transformación, operación a la cual Claude Lévi-Strauss denominó la “eficacia de lo simbólico”.
Esta transformación consiste en volver susceptible de conciencia lo que aparece como el resto de una experiencia (emociones sofocadas, creencias inconscientes) y hacer aceptable para la personalidad lo que hasta ese momento se rehusaba admitir.
El paciente considera, por lo general, la relación entre su enfermedad y la causa de ella como algo exterior a él, y la esencia floral lo coloca en el escenario de una relación, entre ambos términos, que es interior. Una relación entre significante (el síntoma) y significado (causa real). De esta manera el terapeuta proporciona, por medio de las esencias florales, un lenguaje mediante el cual el paciente puede expresar vivencias informulables por otra vía, y es este pasaje de lo ignorado a la conciencia y de la conciencia a la palabra lo que provoca el desbloqueo de los procesos corporales o psicológicos por los cuales la persona sufre y en los cuales se encuentra atrapada.
El hecho de que esta acción se desarrolle en el marco de un cierto “ritual prescriptivo” no deja de tener su valor decisivo, ya que este gesto –que forma parte de una relación curativa– es una experiencia que acompaña necesariamente el progreso real de la cura. Las esencias sanan, pero lo que cura es la relación comprendida como un encuentro en el cual el paciente se descubre a sí mismo a través del “otro-terapeuta” y en el que los remedios florales son el “soporte material” del proceso, como lo es la palabra en el Psicoanálisis.
La eficacia simbólica que poseen las esencias florales se basa en esta propiedad inductora de conciencia que constituye un rasgo estructural de la función del alma, por la cual la personalidad intenta reencontrar la conciencia y las palabras pérdidas y liberarse de las fijaciones a las que se encuentra arraigada."
(Profesor Eduardo Grecco)
 

 

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