(34) Water Violet Para aquellos que en la salud o en la
enfermedad les gusta estar solos. Gente muy reservada que se mueve sin hacerse
notar, hablan poco y con suavidad. Muy independientes, capaces y seguros de sí
mismos. Casi libre de opiniones sobre los demás. Son distantes, dejan a la
gente sola y siguen su camino. A menudo inteligentes y talentosos. Su paz y
calma son una bendición para los que le rodean. A veces otras personas pueden
encontrarlos lejanos, desdeñosos y eso los convierte en solitarios.
Los seres humanos, y
Bach lo machaca mucho, tenemos la capacidad de autodeterminarnos, gozar del
disfrute de la libertad como destino, pero una autonomía que se articula con el
ser plena de responsabilidad (tema sobre el que Bach también insiste). Somos
libres pero responsables de lo que nos sucede. Water Violet se posiciona ante
este problema como diciendo: prefiero la celebración de la libertad, pero a
distancia, me voy a la cima de la montaña y allí espero. Sin embargo,
retirarse, esta no es la tarea que la vida le tiene reservada, sino el
obstáculo a trascender. Su labor es doble, por una parte, implicar al alma en
la ecuación de la libertad (que Bach plantea en esta flor en términos de su
fidelidad a su misión de vida) y, por otra, incluir a los otros con los cuales
tiene que aprender a celebrar su independencia, pero en “cercanía”. Y, esto,
supone bajar de la montaña y habitar, fraternalmente, en la aldea de la tierra.
La esencia floral permite dar la bienvenida
a los demás con amistad y aún así mantener su serena calma, permaneciendo
orgullosos sin ser altivos. Permite complementarse con los demás.
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