Para los que sienten
la necesidad de ver más de lo bueno y bello en todo lo que les rodea. Y aunque
aparentemente las cosas se vean mal, ayuda a que se gane una visión más
positiva y compasiva hacia los demás; de tal manera que tengan la capacidad de
ser más tolerantes, indulgentes y comprensivos con las diferentes formas de ser
de cada individuo, ya que todos trabajan en pos de su propia perfección final.
Según el Profesor Eduardo Grecco: “Ese exceso de
estar atentos a los errores de los demás esconde una profunda necesidad de ser
tenidos en cuenta. Justamente, Beech, nos enseña a ser sensibles (ver surgir lo
bello y bueno en todo lo que nos rodea) sin ser dependientes; a ser tolerantes
con uno y con los otros. De esa manera, este remedio ayuda a la realización
personal y al darse cuenta de que la causa de nuestra dicha mora en el interior
de cada uno y es hacia allí donde hay que dirigir las miradas en lugar de hacia
afuera. Así, es posible desistir de proyectar nuestras expectativas personales
en los otros y dejar de criticarlos y corregirlos.”
El tema de la “intolerancia”
puede expresarse a nivel físico en cuadros alérgicos a variados alérgenos
(polvo, pelos de animales, ácaros, alimentos, etc.) que incluyen también irritación (mediada por la respuesta
inmunitaria) y rechazo (en forma de
estornudos, tos, eczemas, vómitos, diarreas, etc.)
La virtud que aporta es Tolerancia a lo
diferente
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