martes, 12 de febrero de 2019

PINE - Quinta y última parte

Hagamos un resumen de lo que hemos dicho, hasta aquí, sobre Pine.
La culpa es una emoción que crea la cultura como un mecanismo de control sobre las personas. Sentir culpa, encubre no hacernos responsables. Nace, en ocasiones frecuentes, de una convicción falaz: no ser capaz de alcanzar, realizar esperanzas o expectativas que, en verdad, son ilusorias, irreales y ficticias. (Aquí se impone vincular Pine con Elm). Esto, incluye, la culpa por no ser perfectos y el auto-reproche por no hacer las cosas de un modo ideal. Al igual que Oak y Centaury, Pine, se siente obligado a arrogarse la responsabilidad que corresponde a otros, a hacerse cargo de los adeudos de otras personas. Y, todo esto, supone que, en este estado emocional, la persona no confía en los procesos de la vida, no descansa en la justicia del alma, sino que se convierte en juez severo de sí mismo. Al tomar Pine, uno se libera del deber, del pasado acusador, se abre a la responsabilidad sobre uno mismo, a la mayor capacidad para estar presente en el presente, a erradicar la divergencia entre lo que hacemos y lo que deberíamos hacer, y a dejar atrás programaciones y mandatos familiares de expiación. Pero, no hay que olvidar que, el estado Pine, desnuda, también, una apetencia de control sobre la propia vida y la ajena. Por esta razón, quizás, Bach lo pone como herramienta para completar la sanación de la estructura Vine y, por este motivo, además, es una vivencia tan cercana a Chicory. Finalmente, Pine, nos inicia en el arte del equilibrio y la justa responsabilidad, nos relaja ante las exigencias de la vida, nos permite disfrutar más plenamente los momentos, a no torturarnos por como resulta lo que emprendemos, a no castigarnos por el pasado y los errores cometidos. En relación a esta última consideración, Pine, ayuda a desmoronar los picos de soberbia que puedan existir dentro de nosotros, a crecer en humildad, al enseñarnos a aceptar y valorar que aquello que hacemos es lo que estamos en condiciones de hacer. En síntesis, a sacar de nuestra vida el “deberíamos”.


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