martes, 25 de diciembre de 2018

El enfoque que el Profeso Grecco hace sobre CRAB APPLE, el gran "limpiador" del Sistema Bach :


"Crab Apple es un curioso remedio, lleno de misterios y aspectos poco conocidos, acciones que no son usualmente recordadas. En 1935, Bach dice sobre él: “Para eliminar, física y mentalmente, cosas indeseadas.” ¿A que llamaría Bach “cosas indeseadas”? ¿Cuáles son las cosas que uno no desearía que estén presentes en su vida? ¿Despreciables, indignas, aborrecibles, abominables, miserables…? ¿Alguna de estas palabras, vinculadas al término indeseado, se relaciona con esta flor? No estamos hablando ni de embarazos, correos, publicidades o espectáculos “no deseados”. Lo indeseado aquí, en el texto de Bach, tiene otro carácter, que según creo, solo en la superficie se relaciona con algo moral. En realidad, es un término que nos habla del retorno a la conciencia de contenidos suprimidos de ella y que, de modo habitual, moran en la sombra.
Toda actividad que los seres humanos desarrollamos, de todo tipo -creativa, material, espiritual, relacional- dispara procesos vitales que no escapan a la eventualidad de la aparición de incidentes inesperados. Sucesos que eluden lo concebido, organizado, anhelado y proyectado previamente. Cuando esto ocurre, las personas, de manera usual, vivimos estas circunstancias como la presencia de algo negativo, que desbarata lo planeado, casi como un elemento que roza el error, un hecho que se impone y, sobre el cual, se carece de control alguno. Sin embargo, no se trata de contenidos “enajenados” sino de espejos que muestran, y nos regresan, lo que rechazamos de nosotros mismos, ese universo de “cosas indeseadas y excluidas” que esquivan nuestra consciencia pero que son parte de nosotros mismos: lo obsceno.
Singular palabra que proviene del latín, obscenus, una locución formada por dos raíces ob (hacia) y caenum, que implica suciedad, basura y, en general, refiere a algo indecente, sin pudor, repulsivo, detestable, que ofende los sentidos. Sin embargo, hay otro posible origen que viene a cuento de lo que quiero compartir hoy. En esta “otra” versión etimológica, las raíces que compondrían la palabra obsceno serían ob y scenus (escena), cuya derivación interpretativa indica a las cosas que están fuera de escena, cosas que no se revelan en una obra teatral, pero que el espectador imagina que existen. Y, allí, “eso” que esta fuera del escenario de la consciencia, es una verdad incómoda. Eso “impropio” que rechazamos, es lo que, en verdad, deseamos, pero, al mismo tiempo, tememos."


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