viernes, 19 de mayo de 2017

Centaury en la visión de Eduardo Grecco


"Centaury, asistido por aquella condición, según la cual, prefiere ser herido antes que herir, posee una bondad que lo lleva a no negar nada a nadie, a tolerar “… en beneficio de la paz, en lugar de hacer lo que sabe que es correcto porque no desea luchar… “(Bach). Sacrifica lo cabal y justo en pro de la armonía.
Sin duda, es rostro habitual del Centaury se manifiesta bajo la forma de una personalidad callada, sensitiva, dócil, gentil, abnegada, vacilante, dependiente, sumisa, inhibida, ansiosa (hasta en demasía) por ayudar a los otros pero, sobre todo, débil. Sin embargo, ahí no queda todo. Poseedor de una exagerada valoración de su capacidad para ayudar a los demás, es prisionero de serias dificultades para poner límites y decir que no a los requerimientos ajenos. Y, esta conducta, es un grave quebrantamiento del orden de la ayuda, ya que, servir no es postergarse, no es una obligación, no es una pulsión. Caer en estas maneras de practicar el servicio es convertir, tal actividad, en sumisión"

La toma de esta esencia floral de Bach no endurece la personalidad de Centaury, sino que fortalece el valor y la autodeterminación, de tal manera que la gente Centaury se vuelva capaz de trazar la línea y marcar el espacio donde ellos mismos se sientan libres de los deseos y ordenes de los demás.

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