En dicho
artículo el autor dice: (…) “se trata de la angustia que muchos
pacientes manifiestan cuando los síntomas de su depresión mayor tardan en
desaparecer aunque se haya instaurado el tratamiento (sobre todo durante las
primeras semanas), haciendo que se muestren impacientes y reiterativos al
manifestar sus ansias de mejoría. En estas situaciones, el deprimido siente tal
necesidad de curarse (no sólo mejorar sino hacerlo pronto y por completo) que
pierde la objetividad al ser preguntado por su evolución («estoy igual que al
principio» «esto no mejora nada»), se muestra pesimista respecto a su evolución
y no reconocer las atisbos de mejoría que pueda ir presentando como, por
ejemplo, recuperar algo el apetito, ser capaz de ducharse y vestirse tras
varios días (o semanas) de pijama y abandono o afrontar pequeñas tareas que
antes le resultaban imposibles (prepararse el desayuno, leer un poco…), datos
que son percibidos por el entorno del paciente pero no disfrutados por él si
persiste en la obstinación de querer «estar bien del todo» desde el principio.”
Y más adelante propone: “La psicoterapia como complemento
del tratamiento farmacológico ayuda a tratar la depresión en cada una de sus
fases. Al igual que sucede con la medicación, la psicoterapia deberá ser
acogida sin prisas por el paciente, a quien el psicoterapeuta hará comprender
que no existen remedios rápidos y milagrosos sino sólo una ayuda eficaz para
hacer que los síntomas sean más llevaderos, la curación mas efectiva y el
riesgo de una recaída menor. Consideremos que una buena psicoterapia practicada
con una cadencia semanal, puede necesitar entre 10 y 20 semanas para ser
efectiva en una depresión, sobre todo si esta es severa o cumple criterios de
depresión mayor. Al inicio de la depresión, la psicoterapia se deberá centrar
en ayudar al paciente a convivir con sus síntomas, aceptar la realidad de su
enfermedad y aguardar sin demasiada angustia hasta que los antidepresivos hagan
su efecto, momento a partir del cual se podrán abordar de un modo más activo
las sesiones de terapia.”
Aquí es donde yo veo que la Terapia Floral puede resultar
una aliada del tratamiento psiquiátrico, abordando precisamente esos estados de
impaciencia y hasta de desesperanza que aquejan al paciente.
En principio es necesario recordar que la terapia floral
trata al paciente, no sus síntomas. Que atiende a “cómo sufre el que sufre”,
tal como lo expresara el propio Dr. Bach.
Puedo citar algunos trabajos de investigación publicados,
donde se concluye que la
intensidad de la depresión de las personas estudiadas disminuyó de forma cosiderable
después de la aplicación de las esencias florales selecconadas, hecho
demostrado por la existencia de diferencias altamente significativas en la
presencia de este estado afectivo antes y después del tratamiento.
Teniendo en cuenta que la depresión es un sindrome, no puede
ser tratada con una única esencia floral. (Orozco, “Diferencias sutiles entre
las Flores de Bach”)
Las esencias habitualmente selecionadas para el tratamiento
de una depresión son:
·
Gentian
·
Mustard
·
Gorse
·
Wild Rose
·
White Chestnut
·
Impatiens
GENTIAN:
Es indicado para los sentimientos depresivos que siguen a un suceso puntual: un
despido, una ruptura de pareja, un examen desaprobado. Se caracteriza por el
desánimo, el desgano y expectativas negativas (pesimismo).
La persona se siente "bajoneada", desinflada, sin fuerzas para vencer
los obstáculos y seguir adelante e identifica perfectamente la causa de lo que
le sucede.
Según la psicología contemporánea, como tipología corresponde a la Personalidad
Depresiva. Esta depresión se llama reactiva porque aparece como reacción
a un hecho, es muy común y de fácil tratamiento. Suele ir acompañada de
pensamientos autodenigratorios (se tratan con Larch y Pine), de culpabilidad
(Pine) de mal humor (Willow), de crítica (Beech). Gentian actúa con bastante
rapidez.
MUSTARD:
El estado que trata se caracteriza por la tristeza profunda, la melancolía,
muchas veces sin un motivo visible que la provoque.
Se lo llama depresión endógena porque viene del interior de la persona,
o sea de su historia personal o de sus procesos inconcientes.
La persona puede tener dificultades para levantarse a la mañana, le cuesta
mucho cumplir con las responsabilidades cotidianas, a veces también hacerse
cargo de su higiene y del arreglo personal.
Se deja estar y en los casos más severos hay insomnio, falta de apetito y otros
trastornos del sueño y de la alimentación.
Mustard ayuda a gestionar
la tristeza (no para eliminarla, sino para limpiar las heridas y entonces sí,
sanar). En la mayoría de los casos actúa bastante rápido.
GORSE:
Es el remedio para quienes han sufrido mucho anímicamente o de una enfermedad
física y ya están desesperanzados, resignados a que su problema no tiene
solución. Como dice el Profesor Ricardo Orozco, es un mecanismo de defensa que
tiene que ver con la claudicación, lo que hace que aumente la frustración, el
desasociego y la ansiedad.
No ven una luz al final del tunel, no acuden espontáneamente a consulta sino
que son inducidos o llevados por otros.
Resignación fatalista
Se le llama depresión esquizoide y es muy profunda.
Gorse despierta la esperanza y debe ser tomado un tiempo prolongado.
WILD ROSE:
Es para quienes están más allá de la desesperanza.
Han llegado a la apatía, a la indiferencia, no les importa nada, les da lo
mismo cualquier cosa. El placer se encuentra disminuído lo mismo que el
interés. Permanecen en la cama o largas horas mirando televisión.
Es la depresión más profunda que carece de un claro activador
Wild Rose mueve la voluntad, despierta la motivación y el deseo, empuja
a recuperar el movimiento y la iniciativa.
WHITE CHESTNUT, para los pensamientos obsesivos que pueden acompañar el cuadro
depresivo.
IMPATIENS, para
la impaciencia por curarse, para que la persona comprenda que se trata de un
proceso y por lo tanto llevará su tiempo el comenzar a ver mejoría
Otras esencias
aplicadas según la necesidad de cada caso puntual fueron
Agrimony, Star of Bethlehem, Red Chestnut, Walnut y Cherry Plum
Cito a continuación
algunos trabajos publicados, a modo de referencia.
1. Eficacia del tratamiento con flores de Bach en el trastorno depresivo
Autor:
Heidy Y. Moscoso Gallegos
Universidad
Catolica de santa maria
Arequipa- Perú
Mg. en Medicina Bioenergética
El presente trabajo de investigación
tubo como objetivo determinar la eficacia de las flores de Bach en el trastorno
depresivo en los usuarios que acuden al centro de Salud Mental Moises Heresi en
la ciudad de Arequipa- Perú.
El estudio se desarrolló en un modelo
cuasi experimental, constituido por
una muestra de 20 pacientes con el diagnóstico de depresión a quienes se
dividió en dos grupos, en número y características iguales denominados: grupo
experimental y grupo control. Para la demostración de la eficacia se aplicó el
inventario de depresión de Beck, la guía de observación donde se determinan las
características propias de la muestra y una cédula de entrevista con preguntas
abiertas que ayudaron a identificar las
esencias florales a usar.
En el análisis estadístico se empleó el
análisis de varianza Anova.
Los resultados a los que se arribaron
fueron: en cuanto a las características generales de estudio, el 100% de la población fue de sexo
femenino, el 40% está entre 31 a 40 años de edad, el 65% es casada, 90% tuvieron un tiempo de enfermedad de
más de dos años y un 35% tuvieron un tiempo de tratamiento de uno a dos años.
En cuanto al tratamiento con flores de
Bach, las esencias más usadas fueron: “Gentian” , 20% y “Red Chestnut” ,
16%. De acuerdo a los cambios
en el tratamiento floral
que se hicieron durante el tiempo que duro el estudio; el 40% cambio de
flores después de la primera sesión de seguimiento (a las 4 semanas de iniciada
la terapia), un 30% cambio de flores en la segunda sesión de seguimiento (a las
8 semanas de tratamiento) y un 30% no cambio de tratamiento floral durante todo
el estudio.
Teniendo en cuenta que ambos grupos
iniciaron con características similares en cuanto intensidad de la depresión,
tiempo de enfermedad y tratamiento farmacológico administrado se vio
diferencias significativas en el
post test; de acuerdo al
inventario de depresión de Beck, solo en el grupo experimental, después de la
terapia floral, se evidencio un
80% de personas sin depresión. Un 20% presento depresión leve y no prevaleció
ningún caso de depresión moderada o severa. Sin embargo en cuanto al grupo
control, un 70% de personas se encontraron en depresión leve, un 20% en
depresión moderada, pero además se
observa un 10% que aunque haya disminuido la puntuación Beck, mantiene la
depresión severa a pesar del tratamiento farmacológico.
Para consultar el trabajo completo siga este
link:
2.
Terapia con flores de
Bach. Resultados tras monitorizar 115 pacientes
Medicina
biológica. Italia. 2 (37-43),
1997.
Se trataron
115 pacientes en un contexto de psicoterapia. Se estudió la efectividad de las
flores de Bach en el tratamiento de tres categorías de trastornos: ansiedad,
que incluía ataques de pánico, fobias y trastorno obsesivo-compulsivo;
depresión, incluyendo problemas en las relaciones y problemas de conducta; y
estrés, incluyendo trastorno de estrés postraumático y agotamiento psicofísico.
La prescripción de los remedios florales se hizo en base a las necesidades
individuales de cada paciente. El éxito del tratamiento se clasificó en total,
parcial o ninguno, según si la remisión de los síntomas era completa o parcial.
Se obtuvo un éxito total en el 67,8% de los casos, el cual aumentaba al 89% si
se incluía también el éxito parcial.
Para consultar el trabajo completo siga este
link:
3. Terapia con
flores de Bach en el tratamiento de un trastorno depresivo mayor crónico
Alternative Therapies in Health and Medicine, Nov/Dec
2003, Vol 9, No 6,
Autor: Mark P. Masi, psicólogo, National-Louis University, Elgin, IL.
Traducido del inglés.
Al inicio de la terapia floral, cada paciente había sido
diagnosticada con un trastorno depresivo mayor crónico (es decir, con una
duración de al menos dos años). Se les administró el inventario de depresión de
Beck (BDI) para determinar una línea base de funcionamiento.
La selección de los remedios florales se hizo en base a la sintomatología de
cada paciente. Siguiendo las directrices del doctor Bach, se vertieron dos
gotas de cada remedio concentrado en un frasco de 30 ml de agua mineral y se
añadió una cucharadita de glicerina vegetal para preservar la mezcla. De esta
combinación de remedios, cada paciente tomó 4 gotas 4 veces al día. Durante las
12 semanas siguientes se controló la respuesta de los pacientes mediante
observación clínica, autoinformes de los pacientes y el BDI, que se repitió en
las semanas 4, 8 y 12. En la práctica clínica, una reducción del 50 % en las
puntuaciones de mediciones como las realizadas por el BDI, se considera un
indicio de respuesta terapéutica.
Para consultar el trabajo completo siga estos
links:
http://www.cepvi.com/index.php/medicina/bach/investigaciones-sobre-las-flores-de-bach
4. Flores De
Bach, Una Esperanza Para La Depresión
Autor: Lic. Adrián Tucci
(Director del Instituto Argentino de Terapias Naturales)
Para consultar el trabajo completo siga este
link:
5. Efectividad
de la terapia floral para el tratamiento de la depresión en pacientes
tributarios a cirugía cardiovascular
Autora:
Msc. Yanet Pérez Sorí
Siga el siguiente enlace para iniciar la descarga del
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Para cerrar este trabajo informativo, voy a citar un pensamiento del
propio Dr Bach:
“Aliviar el dolor es un objetivo básico de todo tratamiento floral. Sin
embargo, no hay que perder de vista el hecho de que el paciente debe aprender
el sentido de su dolor para que éste adquiera valor terapéutico.
Aliviar el dolor debe ser, entonces, no suprimirlo sino ayudar a
comprender el significado de la lección que él enseña”
“La cura debe estar orientada a restablecer la armonía entre el Alma y
la mente”