domingo, 22 de septiembre de 2019

Insomnio

"El mundo de los sueños pertenece al plano de lo oculto, lo misterioso y aun de lo subordinado respecto al plano de la vigila. El universo inconsciente al que viaja nuestro ser en el sueño es fuente de creatividad, de inspiración, de completud.
Ambas situaciones vitales, vigilia y sueño, conciencia de día y conciencia de noche, son, como todas las polaridades, complementarias, y nos instan a una revisión del tema. Una de las partes goza de "mala fama": el Yin respecto del Yang, como las polaridades femenino - masculino, hemisferio derecho - hemisferio izquierdo, sentimiento - intelecto, día - noche. Una interminable lista de opuestos cuya complementariedad se descuida en aras de la oposición y de la contradicción, priorizando una de las partes.
En una cultura que divide y dicotomiza la realidad y la vida en polos irreconciliables, inspira miedo y desconfianza la SOMBRA, el inconsciente, la oscuridad. Siendo el sueño como la meditación y la muerte, una expresión de la faceta oculta y despreciada, la idea de abandonarse a la oscuridad de la noche onírica resulta para muchos RIESGOSA.
El sueño nos transporta cada noche a nuestra parte oscura, y complementa lo No vivido en la vigilia. Y ello puede resultar aterrador.
EL INSOMNE DEBE APRENDER A VIVIR CONSCIENTEMENTE EN EL DIA, A ACEPTAR E INTEGRAR SU SOMBRA, SUS ASPECTOS NEGADOS Y OCULTOS.
Para curar el insomnio, es fundamental el trabajo con la sombra.
El Yo consciente, alerta, razonador, debe dar paso fluidamente al yo nocturno, misterioso, simbólico, irracional, en íntima unión con el alma. Así el insomne podrá vivir naturalmente la transición día - noche, y entregarse confiado a la vivencia trascendente de su yo soñante.
El sueño nocturno está en relación directa con la mayor o menor plenitud con que se vive cada día. "
(Martha Beatriz Carranza; Insomnio; Sanarnos con Flores de Bach; Ed. Devas; pág 165)


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