viernes, 2 de junio de 2017

Lidiando con las emociones: tres obstáculos, tres propuestas


"Las emociones son bellas, difíciles, transitorias… gracias a ellas gozamos de la vida pero también por ellas podemos llegar a arruinarnos el día que tenemos por delante. ¡Pensar que hasta matamos o nos matamos por una emoción! Algunas veces desearíamos que no existieran, pero sin ellas no sobreviviríamos."
Tres cosas que no deberíamos hacer con nuestras emociones:
-HUIR O EVADIRLAS ya que, cuando lo hacemos, ellas cobran mucho poder. Cuando no son reconocidas, incluso las más intensas no desaparecen hasta que nos permitimos sentirlas. Si nos distraemos de lo que nos afecta emocionalmente, aquello que estamos evitando pasará a la clandestinidad hasta que algo que tal vez no tenga la misma intensidad, las detone. Las emociones reprimidas y negadas pueden agruparse y formar una nube negra que cuelga sobre nosotros, creando depresión o ansiedad.
-RUMIAR Y DUDAR, porque ésta es sólo otra manera de evitar el proceso que tendría que suceder: sentirlas, aceptarlas y procesarlas. Al menos aquí estaríamos reconociendo la emoción, pero no la estamos aceptando. "No debería sentir esto...", "¿Es esto realmente lo que siento?..." De esta forma luchamos contra los sentimientos intentando revertirlos con intelectualizaciones. Este es un proceso inútil, ya que las emociones no están sujetas a las leyes de la lógica, ni al juicio moral.
-DARLES DEMASIADO PODER: Las emociones fuertes son tan difíciles a veces que nos confundimos con ellas, creemos que somos exactamente lo que ellas son. “Soy un malhumorado…soy depresivo… soy…soy…soy…”. Haciendo esto estamos confundiendo las partes con el todo, creemos que somos idénticos a lo que sentimos, una especie de forma fija que no tiene manera de mutar, y por lo tanto seremos condenados eternamente a ser idénticos a nuestras tendencias emocionales.
No es nuestra culpa, en nuestra cultura no se enseña a lidiar con ellas, esta es una gran rueda en la que nos educan adultos que no saben calmarse a sí mismos.
La buena noticia es que si no hemos podido desarrollar las habilidades emocionales en la niñez, podremos hacerlo de adultos, entonces vamos con algunas opciones para lidiar con las emociones:
-Aprender a tomar conciencia de lo que sentimos, poniendo energía intencional en entender por qué lo estamos sintiendo.
-Aceptar los sentimientos sin juzgarlos. Las emociones son lo que son, y prácticamente todas las emociones se disipan después de sentarse con ellas, sentirlas y tratar de entenderlas.
-Construir creativamente habilidades para afrontarlas. Por ejemplo, aprender a leer qué es lo que nos tranquiliza, hablar y compartir para escucharnos y entender lo que estamos sintiendo.
Estos tres pasos pueden parecer difíciles, van contra todo lo aprendido, pero no dejan de ser muy posibles.

Fanny Libertun

http://www.psicologiadelacompasion.org/
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