viernes, 2 de junio de 2017

La otra libertad...¿Cómo sería?


(Por Eduardo Londner 2 de junio de 2015)

"Qué lindo sería poder pensar una vida en la que, totalmente libres, pudiéramos dedicarnos a las cosas verdaderamente importantes.
Ese mundo está por presentarse justo delante de vos.
Una vez soñé con un viejo maestro, de pelo absolutamente blanco y rostro lleno de arrugas, pero con una sonrisa de inocencia que le daba a su rostro la luz de un niño de 6 años.
Su cuerpo era flexible y fuerte, lleno de vitalidad, y me enseñaba un antiguo arte marcial. Al terminar la práctica, nos sentábamos a meditar a la vera de un lago, mientras las suaves olas que producía la brisa nos acariciaban los pies.
En el absoluto silencio de nuestras mentes en calma, comenzó a hablar, con la suavidad de quienes están seguros de que sus palabras son emitidas por el tiempo.
- Una vez que navegás en la corriente del amor, sólo dos cosas importan: saber lo que tenés que hacer...y hacerlo.
Qué fácil, podría decirme, sólo dos cosas en las que pensar...ahora mi vida se había simplificado totalmente. Y sin embargo, el resto de mis días, desde aquel sueño, son una búsqueda constante por afinar mis antenas internas para elegir, y evitar las distracciones para cumplir con lo que elegí.
Para la primera de estas dos misiones que me encargó "el maestro de mis sueños", tengo que empezar por limpiar mi mente de preconceptos, de todos los modelos adquiridos por el argumento que fueron instalando, con mi complicidad, mis predecesores. Ahí empiezan a cobrar vida las Flores de Bach.
Quienes leen esta sección ya saben que las Flores de Bach son grandes ayudantes en el equilibrio de las emociones y en la sanación de las llamadas enfermedades del alma, estados mentales negativos que suelen atormentarnos y limitar nuestro potencial (mientras la personalidad y el alma se enfrascan en un conflicto sin fin).
Como veo a las Flores de Bach, después de casi 25 años de reflexionar sobre ellas desde diferentes manifestaciones de mi propio ser (no puedo olvidar que crecí junto a ellas, desde el final de una adolescencia, pasando por el mundo adulto hasta llegar a este hoy, desde donde me proyecto a la tercera fase de la vida), creo que hay tres diferentes niveles de uso.
Nivel 1 - Síntomas emocionales: Lo inicial, lo más evidente, es el manejo de emociones desequilibradas. Casi sintomáticamente, las flores de Bach ayudando a armonizarnos frente a las turbulencias de la vida.
Nivel 2 - Personalidad: Llegando a las profundidades, encontramos aquellas flores (más específicas y recurrentes), que nos enseñan a sintonizar el alma con la personalidad. Tal vez este fuera el objetivo que tenía el Dr. Bach al presentarnos su descubrimiento.
Nivel 3 - Evolución: Alejados de lo cotidiano, superado el dramatismo del conflicto, descubrimos un universo fuera del ropero en el que vivíamos encerrados y peleando. Todo lo que hay allí afuera y cómo nos orientamos en la nueva inmensidad.
Obviamente estos tres niveles, como todo en la vida, no están separados con límites absolutos, e incluso pueden convivir en nuestras fórmulas florales. A veces se trata de mitigar el dolor, otras de escuchar más lo que dice nuestro ser, y puede ser que al mismo tiempo estemos dando pasos de gigante en el sendero de nuestra iluminación, ¿por qué no percibir a todo coexistiendo, en un Universo donde el pasado y el futuro pueden llegar a ser la misma cosa :=) ?
Volvamos a mi maestro interior. Me propongo cumplir con su comando. Es que este maestro, el único en el mundo al que me entrego totalmente (no cobra diezmo y me enseña sólo pensando en mí, libre de todo egoísmo), me invita a uno de esos desafíos por los que vale la pena salir de la "zona de comodidad", ese lugar en el que luego de algunos éxitos, inevitablemente, nos quedamos a felicitarnos y cultivar el árbol de la pereza.
En este caso elijo Crab Apple, que el Dr. Bach utilizaba para sentimientos de suciedad e impureza. En el nivel evolutivo, que sería el tercer nivel posible de aplicación de los florales, Crab Apple limpia a la mente de todas las voces en pugna para actuar desde nuestra propia esencia, escuchando el sonido puro de nuestra voz interior.
Pregunta mi maestro interno: ¿Qué suena en tu mente cuando todos los sonidos se apagan?
Una vez que está limpio el armario de mis pensamientos y emociones, siguiendo el juego al que me invita mi revelador sueño, me pregunto cuál sería la verdadera vocación de mi alma. Tal vez pasaron algunas semanas de trabajar en el mensaje de Crab Apple, acompañándola con profunda meditación, que fue barriendo toda la suciedad del camino. Elegir una vocación a largo plazo, y no hablo de una carrera, sino de una misión, puede ser menos una elección que un reconocimiento a partir de las señales de la vida.
Aquí es muy valiosa la flor de Bach Wild Oat, la que nos permite elegir caminos y descartar atajos. Escuchar la propia canción del corazón, esa semilla que venimos a plantar a la casa tierra. Puede ser que me acompañe también algunas semanas, y que este segundo paso de afinación interna, me abra un mundo de posibilidades amplificadas.
Pregunta de mi maestro interno: ¿Qué harías con tu vida si pudieras elegir sabiéndolo todo?
Lo más difícil todavía no pasó, muchos de nosotros hicimos los pasos 1 y 2 que propone mi maestro, obviamente previa conexión con la corriente del amor (que dicho sea de paso, podemos acceder a ella sintonizando con la Flor de Bach Holly, de la que hablamos muchas veces).
Ahora se trata de llevar a la acción lo que sabemos que podemos hacer, convertirnos en quienes sabemos que podemos ser.
Se me ocurre un miedo paralizante, como decía Nelson Mandela, no a fracasar, sino a brillar con la luz que esconde nuestro alma. El Floral de Rock Rose podría funcionar como un dinamizador que nos empuja a enfrentar lo que nos paraliza. Y también hablando siempre del nivel evolutivo de uso de los florales, podemos pensar en las otras del miedo como Mimulus, cuando nos detiene el temor por lo conocido, o Aspen, cuando nos atemoriza lo desconocido de este mundo al que accedemos.
Pero no voy a tomarlas a todas juntas, porque resulta importante para el camino que estoy por emprender ser específico con los desafíos, enfrentarlos de a uno para concentrar mi energía.
Pregunta de mi maestro interno: ¿Qué estás esperando para hacerlo?
En nuestras manos está la posibilidad de crear una vida en la que, totalmente libres, promovemos la libertad a nuestro alrededor. Nada de lo que sucede afuera puede interferir con eso, si estamos decididos y adquirimos las herramientas para llevarlo a cabo. Las puertas de tu paraíso personal están abiertas, llenas de misterio e invitantes, ofreciéndote visitar los infinitos mundos posibles. Ojalá des...ojalá demos...ese primer paso.
¡¡¡Nos vemos del otro lado del milagro!!!"
Eduardo Londner

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