Que la mejor celebración de estas
fiestas sea la que se lleve a cabo en la Cámara Secreta de
nuestros corazones. Sólo allí, donde el Tiempo no existe y donde la Imperecedera Armonía
despliega sus más sublimes luces, estaremos en presencia de la Eterna Felicidad.
Realicemos el Milagro y
transformaremos la fatua realidad cotidiana en un perdurable festín.
Ese, es mi más sincero deseo.
Un cordial abrazo. Mónica Vaccaro
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