sábado, 17 de octubre de 2020

Prescribir luz o prescribir remedios

  “Es muy curioso que casi no existan comentarios, en la enseñanza floral, sobre el valor de la luz, en tanto símbolo y soporte material del mensaje sanador de las esencias florales, ni que tampoco se hable mucho del carácter iluminativo de su acción terapéutica. (“La enfermedad es pura y exclusivamente correctiva; no es ni vengativa ni cruel, sino el medio adoptado por nuestras propias Almas para señalarnos nuestras fallas, para evitar que cometamos más errores, para encauzarnos de vuelta por el sendero, de la Verdad y la Luz, del que nunca deberíamos habernos apartado - Edward Bach) Supongo que esto tendrá una razón de ser que, en parte, se explica por el alejamiento de la Terapia Floral de sus raíces espirituales, que transformó la prescripción de una llama para hacer conciencia, en una fórmula para erradicar síntomas. Y la pérdida de la “luz” condujo, a la Terapia Floral, a una profunda asfixia que la ha encaminado a doblegar sus convicciones con la finalidad de intentar garantizar un reconocimiento protector que le provea el aire que requiere para vivir: a obtener oxígeno de otras fuentes que no son las propias.”

“Nos preguntamos ¿Qué prescribir? Al igual que el diagnóstico, la prescripción es la comunicación de una interpretación. La diferencia reside en que el diagnóstico es palabra, mientras que la prescripción es nombre hecho obra. Así, el terapeuta, es tanto traductor (en el diagnóstico) como obrero (en la prescripción); trabajador que colabora en el Plan de la Evolución ayudando a cincelar, con las esencias florales, las imperfecciones que impiden, a los pacientes, estar en armonía con sus almas.”

(Eduardo Grecco)


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario