“Se reconoce a las
flores de Bach como una terapia natural, que ayuda a equilibrar las emociones
de la persona. Esto es cierto, porque en verdad las flores trabajan los
aspectos básicos del ser: el físico, el mental, emocional, y el relacional o
social, por lo que se puede considerar no sólo una terapia holística, sino un
instrumento de crecimiento personal excelente.
Edward Bach nos legó un
sistema de diagnóstico y tratamiento de los estados emocionales, mentales y
características más generales de la personalidad. Este sistema incluye un
grupo de 38 esencias florales elaboradas mediante solarización o cocción,
cuya acción no se basa en las propiedades químicas activas de los elementos
que componen cada planta, sino en la transmisión de un patrón de información
que se almacena en el agua. Sin embargo, Edward Bach nos legó más que sus 38
esencias, también un esquema de pensamiento para interactuar con nuestros
pacientes o con nosotros mismos, que nos permite entender las causas de
nuestros malestares. De acuerdo con Rodríguez, B. (2009) su propuesta de
esquema terapéutico ha quedado eclipsada, pues muchas personas usan las
esencias sin las ideas que le dieron vida.
En la ciudad de Santa
Clara (Cuba) se introdujo en la década de los noventa del siglo pasado. En un
inicio esta modalidad alternativa de tratamiento se ofrecía únicamente en la
Farmacia Homeopática, extendiéndose más tarde a los policlínicos Chiqui
Gómez y a los hospitales infantil y militar con la consiguiente
especialización del personal de salud en la misma, y posteriormente en todos
los hospitales y policlínicos de la provincia, siendo Villa Clara la provincia
más desarrollada en este sentido."
Dra. C. Luisa María Guerra Rubio
Facultad de Psicología. Universidad
Central “Marta Abreu” de Las Villas.
M.Sc. Tatiana Quevedo Guerra
Facultad de Psicología. Universidad
Central “Marta Abreu” de Las Villas.
Cuadernos de investigación I del GC
Bach (Nov 2009 ISBN 798 – 959 – 250 – 526 - 1
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