sábado, 21 de agosto de 2021

El alma de ASPEN

"El alma de Aspen se relaciona con la confianza y el valor que permite a la persona enfrentarse a lo desconocido pero, también, buscarlo para ampliar los horizontes de su existencia. Lo no conocido incluye nuestra sombra y nuestra alma y todo lo que en ellas habita como posibilidad de llegar a ser.La confianza nos ayuda a reposar en nosotros mismos, aprender a creer en la vida y en las personas, a tener seguridad en lo que el mañana nos depara, a responder con entereza ante las adversidades y, especialmente, no temer indagar lo inexplorado y velado.La confianza nos falta cuando atrapados entre el umbral del mundo de la personalidad y el mundo del alma nos sentimos perdidos, desasosegados y agitados ante la conmoción que nos provoca afrontar el tránsito hacia un universo que se percibe como sagrado y perturbador y sobre el cual, el Yo no ejerce control alguno. De esta manera, la confianza nos da el valor necesario para avanzar por la vida, asumir los riesgos de toda exploración por lo desconocido y dejarnos guiar por nuestro sentido interior de lo que es correcto aunque seguirlo represente inicialmente zozobra.La confianza es el escalón que nos conduce al estado de gracia, la certidumbre de la esperanza cumplida, el retorno a la unión de la personalidad y alma que, separadas por la ignorancia, se ven congregadas y re-unidas por la sabiduría. Por eso, la vivencia de una ”inminente desgracia”, que aparece en Aspen, delata la existencia de una fractura entre las dos instancias que conforman al hombre, entre lo natural y lo sobrenatural, entre lo conocido y lo desconocido, entre la sombra y la conciencia, cisura que puebla al Yo de ansiedad. Y, por ello, cuando la satisfacción y la gracia invaden nuestra vida la ansiedad Aspen desaparece, y ya nada podemos temer y ya nada podemos codiciar."

Prof . Eduardo Grecco
 

 

Es estado Mustard

Sobre MUSTARD dijo el Dr. Bach: Para disipar la melancolía y traer alegría a la vida.

El estado Mustard es una depresión que desciende como una nube negra que envuelve a la persona. Mientras está en ese estado, la persona siente que no puede librarse de ella.

La toma toma de la esencia descorrerá los nubarrones permitiendo recuperar la serenidad interior y la alegría. Estabilidad emocional. Reconexión con la LUZ.
 

 

Adaptación

Para adaptarnos a las etapas de cambio en general, WALNUT!

Pero también puede suceder que en momentos donde algo cambia en nuestra vida y, acostumbrados a lo que hacíamos, sintamos un vacío existencial, al no saber cómo administrar nuestro tiempo luego del cambio. Podríamos sentirnos perdidos, sin rumbo e insatisfechos con nosotros mismos que nos lleva la inquietud, a un sentimiento de frustración. En ese te caso, WILD OAT sería la esencia adecuada pues nos ayuda a dilucidar el nuevo camino a seguir.
 

 

Para un CHICORY de libro...!

Lo leí en un grupo de fb y no dudé en compartirlo aquí:
Dar, a veces duele un montón.
Son esas veces que uno da para ser necesitado.
Da de más.
Da en exceso.
Da con intenciones de recibir algo a cambio.
Da para algo.
Esa gente que da tanto, cargándose cruces que no le pertenecen, ofreciéndose en cuerpo y alma para salvar al otro, para rescatar al otro, para curar al otro, da por miedo.
Miedo a que si no da, el otro no lo quiera. Y sino lo quiere, el abandono acecha fuerte y con violencia la puerta de su casa.
Entonces uno da, cubriendo todas los espacios y urgencias del otro.
Se postula como imprescindible.
Como necesario.
Como indispensable.
Como el oxígeno para que pueda respirar.
Y el otro acepta. Claro que acepta.
Porque le resuelve.
Le sirve.
Le facilita.
A veces agradece, pero no pudiendo devolver semejante saldo un día se planta frente a la banca y dice que se retira.
Sabe que no puede pagar esa cuenta.
Esa deuda que ni siquiera él, la generó.
Un poco enojado y agotado, agobiado de querer ser rescatado, sin acaso haberlo pedido, se saca de encima semejante presión con un simple BASTA. Se terminó.
"Yo nunca te pedí nada"
Y nuestra Caperucita del cuento, que en realidad, era un lobo hambriento de amor, disfrazado de colorado, regresa con su canasta vacía, sin pena ni gloria, tragándose las flores que fue juntando para decorarle el jardín al otro, sacando las cuentas para ver qué hueco le faltó cubrir, para que el otro no la deje.
Caperucita se equivoca.
Y si sigue dando, y dando y dando , siempre va a ser la niña buena, necesitada por todos, pero amada por ninguno.
Amar no es necesitar, Caperucita.
No tenes que dar nada.
Tenés que ser. Tan simple como Ser.
Porque a la gente, se la ama por lo que es y se la necesita por lo que da.
Y cuando uno deja de tener sed ya no necesita más nada.
¿Y entonces ?
Y entonces se van.
Pensalo bien, Caperucita.
Que ser necesitada no tiene nada que ver, con ser amada.
Nada.
(Lorena Pronsky psicóloga)
 

 

Un bello cuento.

A ese árbol confundido habría que regarlo con WILD OAT, pues nos ayuda a reconocer nuestros dones para avanzar en la misión del Alma y en la comprensión del propósito en este plano.

"El árbol confundido"
Había una vez, en algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.
Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste.
El pobre tenía un problema: “No sabía quién era.”
Lo que le faltaba era concentración, le decía el manzano, si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas.
“¿Ves que fácil es?”
No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y “¿Ves que bellas son?”
Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.
Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó: No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución:
“No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas…Sé lo que Dios quiere que seas, y para lograrlo, escúchalo.” Y dicho esto, el búho desapareció.
¿Lo que Dios quiere que sea…? Se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de pronto, comprendió…
Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar:
“Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… Tienes una misión “Cúmplela”.
Y el árbol se sintió fuerte y seguro y se dispuso a ser todo aquello para lo cual había sido creado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos.
Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.
¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer?
¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan espinas?
¿Cuántos, naranjos que no saben florecer?
En la vida, todos tenemos una misión que cumplir, un espacio que llenar… Solo hay que saber escuchar, en lo más profundo de nuestro ser para saber en verdad quienes somos…
Tomado de la red
Créditos al autor.

 

PSICOLOGÍA FLORAL

 Un nuevo vídeo del Profesor Ricardo Orozco!

Psicología Floral