Resulta
muy difícil encontrar un patrón homogéneo para explicar la forma en la que las
Flores de Bach actúan.
A
la mayoría de usuarios y terapeutas les basta con esto último, con que actúen.
Pero sin embargo son muchas las veces en las que he escuchado la siguiente
pregunta: ¿es necesario tener conciencia de la información que las flores
catalizan para que estas actúen? ¿O acaso para que el efecto sea máximo?
A
mi modo de ver, existen dos vías de actuación principales, y esto no quita que
además puedan haber otras.
Una,
quizá la más importante y evolutiva, pasa por la mente, por el tomar
conciencia, en la más pura línea de lo enunciado por el Dr. Bach. Podríamos
aquí señalar una dirección de . Algo así como
vernos desde una metaposición, desde fuera, como nos ven también los demás.
Relacionamos de esta forma la repercusión que tienen nuestras acciones sobre el
entorno y la influencia que ejercen los acontecimientos en nuestros
pensamientos y sentimientos.
Existe
otra vía que resulta un poco “más animal” o, en cualquier caso, no parece pasar
por la mente, al menos en un primer momento. Tal es el caso por ejemplo de un
animal que a raíz de la toma de las flores cambia a un comportamiento más sano
y equilibrado. Si aplicamos esta vía no mental, en cierta forma de , a una persona en tratamiento con un marcado patrón Chicory,
podríamos ver que de pronto no se enfurece cuando no cuentan con ella para un
evento al que pensaba ser invitada. Es más, aprovecha el tiempo de otra manera
positiva sin sentirse traicionada. En este caso no ha habido un procesamiento
cognitivo (o mental) de la conveniencia de no ser tan posesiva, dejar fluir a
los demás, etc., etc. También observamos esta vía en gente que no sabe que está
tomando las esencias, porque por ejemplo se las dan fuera de un proceso
terapéutico y a escondidas, práctica que no respaldo.
Las
Flores de Bach parecen actuar indistintamente por las dos vías mencionadas, e
incluso podemos constatar que la una no excluye a la otra.
Creo
que cuando uno cambia de conducta mostrándose más empático, ya ha habido un
proceso interior significativo. Y esto no tiene por qué ser siempre consciente
ya que no somos solo la mente. Existen otros niveles de conciencia elevados que
trascienden la mente consciente. Aunque… puestos a elegir, parecería que
conviniese más que el cliente sea lo más consciente y participativo posible. Y ahí
es donde entra en juego el papel del terapeuta.
El
terapeuta floral siempre debe acompañar. En el primer supuesto de actuación de
las esencias, el que describía de , ayudando a que
el cliente se haga consciente de sus cambios y de lo conveniente que resulta
seguir ganando autoconciencia y creciendo como persona. En el segundo, de
, ayuda a que esos preciosos cambios que han
ocurrido sean valorados y de esta forma se conviertan en algo más duradero, al
ser asistidos por la voluntad de cambio y el progreso en las virtudes del alma.
Precisamente esta es la vía evolutiva señalada por Bach.
De
esta forma, quien toma las Flores de Bach siempre, de una forma u otra, termina
ganando.