"Aunque ya conozcamos como cambiar nuestra
realidad, a los seres humanos nos cuesta trabajo ir hacia dentro, porque esto
puede significar derrumbar todo lo que creemos que es real. Dejamos de ir hacia
dentro por temor a encontrar cosas que no nos gustan como la culpa, o miedos
arraigados en vivencias del pasado, y porque sentimos que saldremos lastimados
si miramos profundo dentro de nosotros.
En la gran mayoría de los seres humanos vive latente el miedo, una energía que frena nuestro poder. El miedo tiene muchas caras y muchos nombres, y cuando no separamos ese nuestro miedo de manera específica, éste es una energía enorme con la que no podremos lidiar. Por el contrario, al tomar en forma específica aquello a lo que le tememos estamos tomando solo una fracción del miedo, y al enfrentarlo veremos que es tan absurdo, que podremos diluirlo con facilidad.
Realmente el problema radica en que creemos que debemos enfrentar a la inmensa masa de energía del miedo, cuando en realidad solo debemos ponerle nombre a nuestro temor en particular, confrontarlo desde nuestro presente, y agradecer su enseñanza."
En la gran mayoría de los seres humanos vive latente el miedo, una energía que frena nuestro poder. El miedo tiene muchas caras y muchos nombres, y cuando no separamos ese nuestro miedo de manera específica, éste es una energía enorme con la que no podremos lidiar. Por el contrario, al tomar en forma específica aquello a lo que le tememos estamos tomando solo una fracción del miedo, y al enfrentarlo veremos que es tan absurdo, que podremos diluirlo con facilidad.
Realmente el problema radica en que creemos que debemos enfrentar a la inmensa masa de energía del miedo, cuando en realidad solo debemos ponerle nombre a nuestro temor en particular, confrontarlo desde nuestro presente, y agradecer su enseñanza."